Con predominio de las mujeres, y un poder adquisitivo elevado, el enoturista español es un aficionado que busca un turismo de proximidad.
El turista del vino de las Rutas del Vino de España, corresponde a una mujer (53,60%) y en un 46,4% a un hombre. Esta leve mayoría femenina, ya manifestada en 2015, da la vuelta a las encuestas realizadas en 2013, donde existía una ligera mayoría de hombres, aunque, en general, podemos hablar de que es un producto con cierto equilibrio entre ambos sexos.
Los enoturistas tienen una edad media, mayoritariamente en la franja de 46-65 años (segmento que ha crecido), aunque el intervalo de 26 a 35 años presenta una frecuencia del 26,7% y la de 36-45 años, un 25,3 %. Este segmento se ha visto reducido en este periodo.
Se trata generalmente de personas en activo, empleados por cuenta ajena u operarios (16,4%), técnicos superiores (16,1%), funcionarios (15,3%), mandos intermedios (11,3%), empresarios y altos directivos (7,8%). profesiones liberales (7,5%).
Los colectivos de jubilados (8,1%) y estudiantes (5,6%) han experimentado un ligero repunte. Podemos afirmar que mayoritariamente se trata de personas en activo, que cuentan con cierta retribución económica, aunque el nivel de la misma puede ser muy diferente, en función de la tipología de empleo.
Estas son las conclusiones del último Informe estadístico sobre la Demanda del Turismo del Vino, realizado a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España por ACEVIN (Asociación Española de Ciudades del Vino).
La muestra de encuestados corresponde a un 96,5% de españoles, contando con tan solo un 3,5 % de turistas internacionales.
Turismo de proximidad
En cuanto a los turistas españoles, su procedencia corresponde mayoritariamente a la Comunidad Valenciana (18,3%), Cataluña (12,7%), Comunidad de Madrid (12,5%), País Vasco (10,8%), Castilla y León (8,3%), Andalucía (8,3%).
A la vista de estos datos podemos deducir que el enoturista procede de todas las regiones españolas, aunque concentrado en los grandes mercados emisores nacionales (Madrid, Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana…).
Si tenemos en cuenta además la situación de las rutas del vino en la geografía española, se pone de manifiesto la importancia del turismo de proximidad que favorece el desarrollo de las zonas vitivinícolas de interior.
Según ACEVIN, en muchos casos se producen desplazamientos cortos (de unas 3 horas, como mucho) para disfrutar del turismo del vino en rutas relativamente cercanas.