José Silva comenta que a pesar de los retos que ha planteado el Covid-19, todas las plantas de producción de MASILVA han permanecido abiertas durante la pandemia.
“Estamos observando ligeros signos de recuperación en los mercados”, afirma, añadiendo que no todos los mercados han sido afectados del mismo modo por la crisis sanitaria.
Estima que la cifra de ventas se va a ver reducida en un 10% aproximadamente. El comportamiento de la vendimia 2020 en el hemisferio norte permitirá a la compañía estimar sus ventas y posicionamiento para la última parte del año.
La pandemia ha acelerado el proceso de digitalización en el que ya se encontraba inmersa la empresa. Es necesario un cambio de paradigma en la relación con el cliente, para ello se ha desarrollado una plataforma interactiva en la que se condensa toda la información esencial sobre de le empresa. Una visita 360º permite mediante realidad virtual adentrarse tanto en la dehesa de alcornocales, como en las plantas de la empresa.
MASILVA se está centrando en mejorar la capacidad y la calidad de su gama de microgranulados, mediante una inversión de 7M €. Durante este año y principios del próximo se terminará la construcción de una nueva unidad productiva de 6000m₂.

DESPERDICIO CERO
MASILVA continua con su compromiso con el medioambiente. La dehesa de alcornocales abarca una extensión de 2.2 M de hectáreas y retiene 14 M toneladas de dióxido de carbono por año. “La
producción de tapones tiene desperdicio cero”. José Silva afirma “comprando tapones de corcho, 100% naturales, ecológicos y reciclables, la industria vinícola está contribuyendo a la protección del ecosistema”.
Los clientes de MASILVA pueden solicitar el Certificado Verde que atestigua el efecto directo y beneficioso que tienen sobre el medioambiente los tapones comprados por dicho cliente.
El certificado proporciona el cálculo individual de la huella de carbono negativa asociada a la compra de los tapones de ese año por parte del cliente.
José Silva explica que la empresa sigue mejorando su sistema Sara Advanced, que fue iniciado en el 2018. La tecnología utiliza vapor seco para volatilizar y extraer compuestos químicos indeseados de los tapones, reduciendo hasta un 99,66% dichos aromas y sabores. Este sistema elimina no sólo TCA sino también TBA, Geosmina, Octenol y muchos otros compuestos volátiles. Sin olvidar el gran avance que supuso el lanzamiento del sistema OnebyOne, el análisis individual tapón a tapón mediante espectroscopia y que permite obtener tapones por debajo del límite de detección 0,5ng/L. Todo ello no sería posible, si la empresa no contara con las 15,000 toneladas de corcho que compra anualmente y que le permite garantizar una trazabilidad al 100% así como una homogeneidad del producto.
Entrevista proporcionada por masilva.es