España es el país productor de vino que menos consume

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 El mercado nacional del vino sigue cayendo. El gasto se sitúa a la mitad que hace 20 años. La compra en España, en 2013, descendió a 754,5 millones de litros, cuando en 1987 era de 1.814, según los últimos datos del panel de consumo alimentario publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

En contradicción, España se convirtió, por primera vez el pasado año, en el primer productor mundial, después de Francia, pero sin embargo el consumo no se equipara con el de nuestro vecino, que ronda los 50 litros por habitante y año, cuando el nuestro se sitúa en 16,35 litros per cápita.

Las causas de este drástico descenso son múltiples. Según el último estudio Nielsen, el café se consume más que el vino en la barra del bar. Precisamente es en los bares, los hoteles y los restaurantes donde más pronunciada ha sido la caída de las ventas, pero, se ha compensado con el aumento del consumo en el hogar que ha crecido un 20% desde el año 2004, el mismo porcentaje que ha disminuido el gasto en hostelería y restauración. Se cree que este cambio tan drástico se debe a lo ‘inflados’ que están los precios en restauración, que se duplican o triplican con respecto a un establecimiento de venta al público, por lo que se tiende al consumo doméstico.

9-6Son muchos ‘los enemigos’ del vino. En el mercado juvenil tiene que competir con los refrescos carbonatados, la cerveza y el alcohol de gran graduación. La juventud asocia el licor preferido del dios Baco solo a las grandes celebraciones.

Sin embargo, en España el consumo de alcohol está por encima de la media europea. Esta estadística también es inversa, cuanto más aumenta el consumo de licores fuertes, en general, más baja el del vino. Aumenta notablemente la cerveza y el alcohol de gran graduación. La industria de la cerveza está haciendo las cosas muy bien, el mercado está concentrado en tres grandes grupos cerveceros mientras que el sector del vino está atomizado en pequeñas bodegas, dispersas por toda la geografía española.

En Salamanca, la producción del vino es prácticamente inexistente. Hay dos zonas en las que se cultiva: La Sierra y Las Arribes pero, casi se ha perdido la producción. Perviven algunos ‘supervivientes’ que siguen trabajando las viejas viñas como José Carlos Martín de la bodega Rochal, en Santibáñez de la Sierra, que hace el vino Zamayón con uvas de pequeñas de viñas que sortean bancales y laderas que pasan de los 60 años de edad y que mantienen cepajes autóctonos como la rufete o la bodega de Antonio Aparicio que hace otro tanto en Sotoserrano.

Para volver a captar a la gente joven las bodegas están elaborando vinos que se hacen a partir del mosto, con menos graduación, entre 5 y 9 grados, más dulces y carbonatados, o los venden mezclados con gaseosa o como tinto de verano. El objetivo es que, los jóvenes poco a poco, se familiaricen con el vino.

Como hemos comentado, nunca se ha bebido tanta cantidad de licor como ahora ni tan rápido. Antes el consumo de alcohol era más sosegado. Los jóvenes en los bares de copas buscan bebidas que produzcan una rápida borrachera. Pero en países como Estados Unidos, Bélgica u Holanda es común observar a la gente joven bebiendo, tranquilamente, una copa de vino en las discotecas. De hecho, en las cafeterías que frecuentan los Erasmus en nuestra ciudad es común verlos con copas de vino en la mesa.

Es una contradicción que el país que más produce tenga un consumo de vino por debajo de la media europea, a la mitad de otros países proveedores como Francia, Portugal o Italia y por debajo de países como Dinamarca que no tienen ni una cepa.
Está claro que en España los hábitos han cambiado, igual por la reacción contra las costumbres de nuestros antepasados, porque el vino ha sido ‘endemoniado’ en las campañas de tráfico contra el alcohol o porque los gustos no son los mismos.

Ante estos datos demoledores, las bodegas han comenzado a reaccionar y promueven el consumo responsable y moderado de vino entre los jóvenes realizando catas especialmente diseñadas para ellos o jornadas como la de Juventud Di-vino Tesoro, organizada por este periódico, en las que tanto la Junta de Castilla y León como los consejos reguladores de Ribera del Duero y Rueda insistieron en la necesidad de divulgar la cultura del vino con sencillez y «desmitificar el mundo del vino», como señaló la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente.

No todo está perdido, porque el vino también gana adeptos. En el mundo de la medicina ha encontrado a un aliado ya que numerosos estudios científicos muestras las ventajas cardiovasculares de tomar una copa de vino al día.

Fuente: «El correo del vino«

 

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