mayo 22, 2025
El pasado mes de abril, Luis Fernández Fernández (Pedro Muñoz, 1971) se convirtió en el tercer decano del Colegio Oficial de Enólogos de Castilla-La Mancha, que se constituyó en 2013. Fernández sucede a Milagros Romero Torres que ha ocupado el decanato durante los últimos cuatro años y a Miguel Ruescas, que fue el primer decano de los enólogos de Castilla-La Mancha desde la fundación del Colegio hasta 2021.
El nuevo decano realizó en la antigua Escuela de la Vid y el Vino de Madrid los estudios de Técnico Especialista en Enología y Viticultora y fue habilitado como enólogo en 2002. Tras finalizar sus estudios se incorporó inmediatamente a la SAT Monte La Villa de la toledana Villa de Don Fadrique para ejercer su primer trabajo como enólogo de 1991 a 1995. De allí regresó a su pueblo, Pedro Muñoz, donde trabajó durante tres años en la Cooperativa San Isidro. En 1998 volvió a Monte La Villa y allí permaneció hasta 2002, año en el que se trasladó a Villanueva de Alcardete para trabajar en la Cooperativa Nuestra Señora del Pilar en la que se familiarizó con la elaboración de vinos espumosos, haciendo uno de los primeros que se comercializaron en Castilla-La Mancha, el Alcardet. En 2007 encontró su destino definitivo en la Cooperativa Puente de Rus, del pueblo conquense de San Clemente, donde actualmente ejerce la dirección técnica y la gerencia.
Los objetivos prioritarios de su mandato será conseguir el acomodo legislativo a la profesión de enólogo y buscar una mayor participación del colectivo
Durante un buen número de años, Luis Fernández, elaboró su propio espumoso siguiendo el método tradicional, Don Mambrino, que gozó de una justa fama durante los 15 años que estuvo en el mercado, de 1998 a 2013.
Ahora, Luis Fernández ha llegado a lo más alto de la cúspide de la enología regional, con su nombramiento como decano del Colegio Oficial de Enólogos de Castilla-La Mancha, tras haber conseguido ser elegido por unanimidad en la votación a la candidatura que encabezó el pasado mes de abril. El también gerente de Puente de Rus conoce bien la casa pues pertenece al Colegio desde su fundación allá por 2013. En la última directiva ocupaba el cargo de tesorero. En la actualidad el Colegio de Enólogos cuenta con algo más de cien asociados.
Por tanto, conoce a la perfección la problemática a la que se enfrenta la profesión. Intentar solucionar el futuro profesional de los enólogos es su primer reto al frente del Colegio. En este sentido señala “hemos trabajado y yo lo seguiré haciendo por buscar apoyo legislativo a nuestra profesión. Hasta ahora mismo, en las bodegas cualquier que llega con otra titulación puede trabajar como enólogo. Queremos acabar con eso, y que sean los enólogos titulados y los futuros graduados en Enología los que hagan ese trabajo. Para ello necesitamos que la ley se ponga de nuestra parte”. De conseguirlo, apunta Fernández, sería muy positivo para el futuro del Grado de Enología que se imparte en el campus de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Otro de las tareas que tendrá que afrontar en su mandato será la de consolidar e incrementar la formación de los asociados. Pretende dar un impulso a la relación con empresas que destacan por su tecnología, investigación e innovación con las que firmarán acuerdos para la formación continuada y actualizada de sus miembros. Se seguirán impartiendo charlas y conferencias y se continuará la estrecha colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, entre otras actividades.
El Colegio Oficial de Enólogos también seguirá ofreciendo y ampliando en la medida de lo posible otros servicios para los colegiados, como la cobertura de seguros de responsabilidad civil y el asesoramiento jurídico.
Luis Fernández pretende conseguir que los colegiados estén lo más informados posible sobre todas las novedades legislativas que se vayan produciendo y también quiere crear una bolsa de trabajo dinámica y a la que pueda apuntarse todo el mundo, al tiempo que seguirá colaborando estrechamente con el Grado de Enología. De esta forma, el nuevo decano, quiere paliar una de las debilidades que hasta ahora más han afectado a la institución y es la escasa participación de los asociados en muchas de las actividades que se llevan a cabo.
Relación con la Asociación de Enólogos
Luis Fernández no quiere dejar pasar la oportunidad de expresar su interés por conseguir un acercamiento con la Asociación de Enólogos de Castilla-La Mancha, con la que desde su fundación el Colegio Oficial de Enólogos ha mantenido una prácticamente nula relación. Fernández apunta que “si el sector está unido todo irá mucho mejor que si cada uno lucha por su cuenta. Podemos ser perfectamente complementarios. Tendríamos una voz más fuerte para hacernos oír mucho mejor donde sea necesario”. De momento no hay prevista ninguna reunión entre los dos organismos, pero el decano del Colegio de Enólogos es optimista “vamos a ver si este verano podemos tener un encuentro para acercar posturas. Es cuestión de querer, no de poner trabas”.
Para terminar, el decano del Colegio, a pesar de los problemas que les afectan, se muestra satisfecho con el momento actual por el que pasa la profesión “hay mucha demanda de profesionales. Estamos en una época en la que está habiendo muchas jubilaciones y hay necesidad por parte de las bodegas. Todos los chicos que salen de la universidad tienen trabajo asegurado. Las cooperativas, que son las que más vino producen, necesitan cada vez más, de enólogos jóvenes bien preparados para elaborar y servir a los clientes vinos cada vez mejores”.
