España es caracterizada como cultura de vino ya que una gran parte del tejido empresarial está compuesto por el sector vitivinícola. La innovación, exportación,… son los puntos fuertes que actualmente se estudian en las bodegas puesto que la gran cantidad de competencia obligan a adaptarse y adelantarse al cliente, pues éste cada vez es más exigente.
Interban Network ha realizado un estudio compuesto por encuestas telefónicas y correos electrónicos a un total de 417 bodegas recogiendo como muestra a 69 empresas vinícolas españolas. Este sondeo se realizó durante los meses de diciembre de 2015 y enero de 2016, con el objetivo de identificar los retos y áreas de mejora para conseguir una mayor competitividad y productividad.
Retos del sector
Los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, productores, consejos reguladores, bodegas y cooperativas vitivinícolas se enfrentan a los siguientes retos:
- Consolidar los vinos españoles en mercados nacionales e internacionales.
- El incremento de la competitividad del vino y de las empresas del sector, manteniendo la innovación como pilar fundamental para el desarrollo de nuevos productos, mejorar los procesos de producción y gestión.
- El progreso de la comercialización y trabajar las redes de distribución en cuanto cantidad-calidad.
- Más del 70% de las bodegas trabajan con software de gestión vinícola. De esta forma los aspectos productivos de la bodega, tales como trabajos de campo, vendimia,… quedan cubiertas.
- En cuanto a movilidad, colaboración, análisis de rendimiento de negocio,… son tareas que van despacio pero sin pausa. Comienza la utilización de tablets, aplicaciones en la nube, plataformas de venta online, business intelligence,…
Para alcanzar estos retos es fundamental la promoción con el respaldo de la información y difusión ayudadas de un consumo responsable, las Denominaciones de Origen y las Indicaciones Geográficas, o la colaboración en iniciativas que aporten visibilidad.
La reestructuración y reconversión de los viñedos son dos actividades fundamentales para incrementar la competitividad. Y ¿cómo se consiguen? La UE ofrece ayudas para el fomento de estas actividades como la reconversión varietal, modernización en riego, reimplantación de viñedos,…
Pero no todos los aspectos son trabajos en el campo, maquinaria, etc. Sino que la comunicación con el cliente final, la distribución nacional e internacional o el enoturismo son tareas pendientes.
Logística y producción
Una vez analizados las respuestas de los encuestados sobre el grado de complejidad en la gestión de los trabajos de campo, el 34% de ellos afirma que esta tarea conlleva una alta complejidad, el 49% la consideran de dificultad media, y por último el 17% no les ven complejidad a la gestión. Además se analizó la dificultad de gestionar el proceso de vendimia siendo para el 58% una elevada dificultad, mientras que un 20% les supone una dificultad media y para un 22% no les supone una difícil tarea. Por último, se estudia el grado de dificultad de gestionar una bodega, siendo media-baja para el 64% mientras que para un 36% les supone una mayor dificultad.
La seguridad alimentaria y trazabilidad es otra variable estudiada en este análisis clasificadas en una de las fases de mayor complejidad en su gestión, desde el origen del producto hasta la puesta en el punto de venta al consumidor. Como resultados, a la inmensa mayoría de las empresas un 57% le resulta de gran dificulta, un 27% considera una tarea con dificultad media y tan solo un 16% no les resulta difícil este proceso.
En cuanto al proceso de etiquetado, el 44% les dificulta esta tarea con gran relevancia, el 30% piensan que esta tarea es de media dificultad y por último, el 26% han afirmado que el etiquetado no es una de las tareas más complicadas.
La logística es uno de los temas que más se trabajan a las bodegas, en especial de manera internacional, por ello para el 73% de las bodegas responden que este proceso les supone una dificultad media-baja, frente a un 27% que la consideran alta.
Curiosamente, temas administrativos como la elaboración y presentación de libros, declaraciones e impuestos especiales, presentan un grado de dificultado elevado para las empresas, concretamente un 66% afirman que esto les supone una tarea complicada de gestionar. Tan solo un 23% la consideran media y un 11% baja.
Por último, controla la calidad no les es tan complicado como lo anterior ya que el 56% declaran que la complejidad de esta tarea es media-baja frente a un 44% que afirman que han de invertir más tiempo debido a su dificultad.
Finanzas
Para facilitar la gestión financiera, la mayoría de empresas cuentan con aplicaciones informáticas, en concreto el 61% trabajan de esta manera; en cambio el 39% restantes afirman que, a pesar de que utilizan herramientas para gestionar la empresa, éstas son mejorables.
El exigente consumidor en calidad-precio y diferenciación, cambios en el mercado y los sistemas de producción llevan a modificar la estructura y forma de trabajar en las bodegas, tanto en términos cuantitativos como cualitativos.
Además, los costes indirectos de producción como las comercialización, investigación o desarrollo ganan peso frente a los costes directos. Por ello, las bodegas se han de adaptar a la actualidad, dejar de lado la gestión tradicional para poder tomar decisiones eficientes y fiables.
La necesidad por adaptarse a mejoras de gestión está cada vez más presente ya que el 45% de las empresas trabajan con sistemas de cálculos y costes ágiles, frente a un 55% que admite no utilizarlos.
Para finalizar, el 56% de las empresas trabajan con horas de cálculo tradicionales frente a un solo 16% que manejan herramientas de “business intelligence”.
Ventas, marketing y enoturismo
En términos generales, nuestro vino está de suerte hacerse un hueco en los mercados europeos, pero todo lleva su trabajo ya que es necesario una mejora en la gestión, comercialización y estrategia de marketing. La exportación de vino españoles está creciendo a nivel económico a pasos agigantados gracias al valor añadido con el que cuentan.
El mundo actual está completamente informatizado por lo que las bodegas deberían tener al alcance del cliente una gestión en tablets donde se pueda consultar pedidos y tarifas. Solo un 16% afirma que trabaja con estas herramientas frente a un 84% que no utilizan. Como anteriormente se comentaba, el cliente necesita obtener un valor añadido, por lo que es necesario poseer un apartado de consultas online de facturas, promociones, tarifas,… para una mayor comodidad, un 73% le prestan este servicio al cliente. La venta online es una de las estrategias más importantes en la actualidad ya que el cliente recibe valor añadido aportándole comodidad, seguridad y fiabilidad, es curioso que solo un 27% tenga venta online, un 11% tiene previsto tenerla a corto plazo y un gran 62% no tengan.
Finalmente, el enoturismo es una de las actividades que más está pegando fuerte en el ocio y turismo cultural. Un 17% de las bodegas tienen un plan de acción en servicios enoturísticos. Un 5% prestan este servicio, aunque no tiene una estrategia clara y un gran 78% no se han planteado ofrecer esta actividad.
TICs en las bodegas
Para conseguir grandes resultados, no solo hay que mejorar el producto sino que la gestión y tecnología son unos de los muchos temas necesarios para estar a la altura de la competencia.
En el estudio se le preguntó a las bodegas sobre el porcentaje de inversión, en informática y comunicaciones (en función de sus ventas) y los resultados fueron los siguientes: el 12% afirma que nunca invirtieron, un 69% han invertido menos de un 5% y solo un 13% lo han hecho entre un 10-15%.
La tecnología sigue siendo una debilidad entre las bodegas puesto que supone un alto coste. Para el 55% de las bodegas les requiere un coste demasiado elevado para mantener, un 44% no conciben la tecnología como una prioridad estratégica, el 33% no conoce nada acerca de la tecnología presente en el mercado y por último, un 27% reconocen que tienen miedo al cambio.
Lo que le preocupa al sector
Tareas como elaboración de libros, declaraciones, impuestos, trabajos de seguridad alimentaria, o etiquetado son actividades que ralentizan el crecimiento de las bodegas.
Las soluciones para la gestión de las mismas, disminuyen el grado de dificultad y complejidad. Una vez elaborada la encuesta, se llega a la conclusión de que más del 80% de las bodegas están satisfechas con la inversión realizada tecnológica. Así, la tecnología es un elemento principal de la competitividad para el sector.
En referencia a la utilziaciçon de las TICs, los resultados llevan a dos datos:
El porqué de esta situación
Principalmente, la debilidad de las bodegas es el coste económico que conlleva implantar estas soluciones. El sector se enfrenta a un desconocimiento de la oferta y hay nada claro en posibilidades reales de mejora. Especialmente las aplicaciones como ERP o la nube son difíciles de sostener.
La nube aporta flexibilidad y seguridad, mientras que reduce consumo de recursos propios. Además agiliza el equipo de informática y poder desarrollar herramientas de valor.
La implantación de soluciones tecnológicas de gestión de bodegas todavía necesita un largo recorrido. La gestión financiera y las hojas de cálculo pasan a la historia. Ahora los ERP tienen módulos para elaborar cualquier proceso que sea necesario realizar en la empresa, de manera automatizada y simplificada para los profesionales.
Aunque no solo es gestión, sino que la nube y otras herramientas como Business Intelligence cada vez son más necesarios y demandados. En definitiva, son soluciones seguras y fiables para afrontar los retos que plantea el sector vinícola nacional.